De nada me sirven,
estas cuatro patas,
que quieta estoy siempre,
sobre mí, el durmiente.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
¿Qué cosa es si hace espuma, lava la ropa y huele muy bien?
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
