De nada me sirven,
estas cuatro patas,
que quieta estoy siempre,
sobre mí, el durmiente.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Adivíname ésa.
