Aunque músculos no tengo,
los techos yo sostengo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.