Con mi cara tan cuadrada,
lisa o con dibujitos,
resignada y por los suelos,
me repito, me repito…
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Adivíname ésa.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.