Con mi cara tan cuadrada,
lisa o con dibujitos,
resignada y por los suelos,
me repito, me repito…
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.