La cara que yo acaricio,
dejo de seda al momento,
porque ni un pelo se resiste
a mi marcha, ¡buen invento!
más adivinanzas de cosas de la casa...
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.