En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.