Llevo secretos a voces,
corriendo por esos mundos
y sin que nadie los oiga
los doy en unos segundos.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.