Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.