Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.