Aunque de comida voy cargado,
la gente me vacía,
y nunca soy tragado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.