Del techo al suelo,
cortada y fina,
tela con vuelo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.