¿Qué cosa no ha sido
y tiene que ser,
y que cuando sea
dejará de ser?
más adivinanzas sobre el tiempo...
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
Una cara con dos manos pegada está a la pared. Antes de un minuto, hermanos, ¿sabréis decirme quién es?
¿Qué cosa, qué cosa es? que vuela sin tener alas, y corre sin tener pies.
Somos sesenta mellizos, en torno de nuestra madre, tenemos sesenta hijitos y toditos son iguales.
Un árbol con doce ramas, cada rama, cuatro hijas, cada hija, siete hijos, me dices ¿cómo se llama?
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Soy un caballero muy aseñorado, tengo doce damas para mi regalo, todas van en coche y gastan sus cuartos, todas usan medias, pero no zapatos.
Doce son los hermanitos, uno es el benjamín, siete son los mayorcitos y los cuatro restantes los más pequeñitos.