Cuando te veo me ves,
cuando me ves te veo,
y no te parezco feo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Adivíname ésa.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.