En un cuarto me arrinconan
sin acordarse de mí,
pero pronto van a buscarme
cuando tienen que subir.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.