De nada me sirven,
estas cuatro patas,
que quieta estoy siempre,
sobre mí, el durmiente.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.