Soy de cabeza redonda
y me sostengo en un solo pie.
Soy de tal fortaleza
que a Dios hombre sujeté.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.