En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
