En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
