En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
