Fui a la plaza
y compré un negrito.
Llegué a la casa
y se puso coloradito.
¿Qué es?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
