Los dátiles son mi fruto
y palmas doy a lo bruto.

Es un gran señorón tiene verde sombrero y pantalón marrón.

Aunque es madre nunca ha parido, aunque es selva nunca dio abrigo; nace y no sabe andar pero enseguida se pone a trepar.

Ciertamente tiene nombre de calamar espero que no te asombre si por él voy a trepar.

Verde me crié, negro me volví, ahora me visten de blanco, para poderme vender.

Mi nombre es de peregrino y tengo virtud notable, me encuentras en los caminos y mi olor es agradable.

Está en la navaja y está en el cuaderno, se cae del árbol antes del invierno.

Bonita planta, con una flor que gira y gira buscando el sol.

Soy una hierba trepadora y altanera que cubro más una pared que una pradera

Siempre mirando al sol y no soy un caracol. Giro y giro sin fin y no soy un bailarín.

Dime tú que cosa maja. Cuanto más crece más baja.