Sólo una faja es mi vestido,
cuando me lo quitan arranco a bailar.
Pies y manos no tengo,
pero a los más jóvenes entretengo.
más adivinanzas de juegos y juguetes...
Cuanto más y más lo llenas, menos pesa y sube más.
Once jugadores del mismo color, diez van por el campo, detrás de un balón.
El rey y la reina con ocho peones, caballos y torres, combaten y comen.
Veintiocho caballeros ataviados de levita, que se ponen en la mesa a jugar una partida.
Me componen cuatro palos impresos en cartulina. Tengo reyes y caballos, seguro que me adivinas.
Para bailar me pongo la capa y para bailar me la vuelvo a quitar, porque no puedo bailar con la capa y sin la capa no puedo bailar.
Sobre la mesa se pone, sobre la mesa se parte y entre todos se reparte, mas nunca, nunca, se come.
Bolitas pequeñas, de metal o de cristal, mételas en el hoyo y nunca perderás.
En un suelo de baldosas unas blancas y otras negras, luchan reyes y peones, caballos, torres y reinas.
Cuando yo subo, tú bajas; si tú subes, bajo yo: a la misma altura nunca podemos estar los dos.
