Son mis fichas amarillas,
rojas, azules y verdes,
si las comes y las pillas,
tu te cuentas hasta veinte.
más adivinanzas de juegos y juguetes...
Tengo caballos que suben y bajan, dan vueltas y vueltas y nunca se cansan.
Con caras muy blancas llenas de lunares a unos damos suerte, a otros, pesares.
Sólo una faja es mi vestido, cuando me lo quitan arranco a bailar. Pies y manos no tengo, pero a los más jóvenes entretengo.
Alegría de niños soy por mi pausado vaivén; voy y vengo, vengo y voy y en muchos parques me ven.
Sobre un camino de hierro, muchas sorpresas tendrás, subo y bajo bruscamente, a mucha velocidad.
Para bailar me pongo la capa y para bailar me la vuelvo a quitar, porque no puedo bailar con la capa y sin la capa no puedo bailar.
Veintiocho caballeros ataviados de levita, que se ponen en la mesa a jugar una partida.
Veintiocho caballeros, de espaldas negras y lisas, delante, todo agujeros, por dominar se dan prisa.
Me componen cuatro palos impresos en cartulina. Tengo reyes y caballos, seguro que me adivinas.
Bolitas pequeñas, de metal o de cristal, mételas en el hoyo y nunca perderás.