adivinanzas para niños

Todos me pisan a mí,
pero yo no piso a nadie;
todos preguntan por mí,
yo no pregunto por nadie.

 

más adivinanzas de la ciudad y la calle...

El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.

Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.

Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.

Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.

Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.

Hombrecitos de colores, metidos en una caja, sin hablar nada te dicen: ¡peligro!, ¡cuidado!, ¡pasa!

Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.

Con sólo tres colores ordeno a cada uno. Si todos me respetan no habrá accidente alguno.

Le hacen correr sus caballos y nunca le salen callos.

Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.