Una cara con dos manos
pegada está a la pared.
Antes de un minuto, hermanos,
¿sabréis decirme quién es?
más adivinanzas sobre el tiempo...
Los siete son hermanitos y viven un solo día: cuando uno nace otro muere, y así se pasan la vida.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
Tiene agujas y no cose, no se mueve, pero anda, si le das cuerda funciona y el paso del tiempo señala.
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Doce palomitas en un palomar, a la hora y a los cuartos salen a volar.
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
Somos sesenta mellizos, en torno de nuestra madre, tenemos sesenta hijitos y toditos son iguales.
De aquí al domingo seis pasos, seis cielos que veo pasar, seis mañanas, seis ocasos ¿Cómo me debo llamar?
¿Qué cosa no ha sido y tiene que ser, y que cuando sea dejará de ser?
