Soy pequeño y alargado,
en dos conchas colocado,
como no puedo nadar,
me pego a las rocas del mar.

Donde nadie sube, trepo, donde nadie anda, trisco, muy poco estoy en el valle, pues lo mío son los riscos.

Sobre la vaca, la «o», a que no lo aciertas, no.

Aunque yo llevo pijama, siempre ando muy despierta, por no servir al león de suculenta merienda.

Por más que se suena el moco le cuelga.

Soy un turco pues sustento las mujeres que me dan, con quien hago de galán; repártoles el sustento, de celos padezco afán. Roja diadema me adorna, el traje Dios me lo dio, y aunque carezco de dientes tengo fama de cantor.

Te doy leche y mi lana, y para hablar digo: «beeeee», si no adivinas mi nombre yo nunca te lo diré.

Viste de chaleco blanco, y también de negro frac, es un ave que no vuela, pero nada. ¿Que será?

¿Cuál es el animal que tiene silla y no se puede sentar?

Lo rascaba llorando de la crin a la cola y en él se iba trotando por una loma.

¿Quién es este que se arrima trayendo su casa encima?