No lo parezco y soy pez,
y mi forma la refleja
una pieza de ajedrez.
más adivinanzas sobre el mar y la playa...
Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar.
Ni de día, ni de noche puede mi vela alumbrar, pero cuando sopla el viento muy bien suelo navegar.
Llegamos sin cesar, una tras otra, desde el mar a la playa a descansar. A veces, sin embargo, más furiosas, los barcos podemos destrozar.
Adivina quien yo soy: al ir parece que vengo, y al venir, es que me voy.
Que lo busquen en el mar, porque en la tierra por más que aren, que aren, que en la tierra no lo encuentran.
Haciendo ruido ya vienen, haciendo ruido se van; y, cuando mañana vuelvan, de igual manera se irán.
Uso aguja sin coser, corto sin tijeras, y ando sin pié.
Un truquito este pez tiene que no todo el mundo sabe: si a su nombre quitas la «ene», va y se transforma en ave.
El padre en el mar y el hijo a rezar.
Cinco brazos, no te miento, habita siempre en el mar, aunque la puedes hallar de noche en el firmamento.