Vengo al mundo a trabajar,
y tengo tan mala suerte,
que todos me pinchan el culo,
y yo no me puedo quejar.
más adivinanzas de costura y plancha...
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
Con «A» empieza mi nombre, de las damas soy querido, si me prenden voy seguro, y, si me sueltan, perdido.
Soy pequeña y afilada y pincho con mis puntadas.
Primero ciega, luego pincha y todo une mientras camina.
Largo, largo, como un camino y cabe en un «pucherino».
Un pie grave, ardiente y plano, va dejando el campo llano y, al pasar, su calentura va dejando en la llanura.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Pica, picando, colita arrastrando.
Locomotora no soy, mas cuando con vapor voy, dejo muy alisado si me usan con cuidado.
Verde fue mi nacimiento y amarillo fue mi abril; tuve que ponerme blanco para poderte servir.