Cuando pasa
¡cómo pisa!,
deja rasa
la camisa.
más adivinanzas de costura y plancha...
Soy alta y delgada, tengo un ojo, hago vestidos y no me los pongo.
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
¿Quién es esa señora, que tiene la propiedad, de estirar bien lo arrugado y de arrugar lo estirado, con igual facilidad?
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Una señora, muy aseñorada, tiene muchos dientes y se cose a puntadas.
Cuanto más largas más cortas, cuanto más cortas más largas.
Una cosa que no es cosa y lo es.
De mi ojo cuelga un hilo largo, que une las telas y hace las prendas.
Con «A» empieza mi nombre, de las damas soy querido, si me prenden voy seguro, y, si me sueltan, perdido.
Pica, picando, colita arrastrando.