Soy un turco pues sustento
las mujeres que me dan,
con quien hago de galán;
repártoles el sustento,
de celos padezco afán.
Roja diadema me adorna,
el traje Dios me lo dio,
y aunque carezco de dientes
tengo fama de cantor.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

Del fin del estanque vengo, para mirar a los niños, a los cuales entretengo, con saltos, juegos y brincos. ¿Quién soy?

Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar.

Este es un animal, de tal modo original, que al ponerse cara arriba, ya no se llama igual.

Nunca camina por tierra, ni vuela, ni sabe nadar, pero aún así siempre corre, sube y baja sin parar.

De verde esmeralda sobre la tapiada, rabo rabilargo, pata estirada, corre que te corre, mocita salada.

En dos castañuelas voy encerrado y al sacarme del mar me pongo colorado.

Sin tener alas yo vuelo. Tengo cola y no soy ave, y como usted muy bien sabe, sin viento me voy al suelo.

Piensa poco y salta mucho, dime su nombre que no te escucho.

Tiene ojos de gato y no es gato, orejas de gato y no es gato; patas de gato y no es gato; rabo de gato y no es gato, maúlla y no es gato.