Muy bonito por delante
y muy feo por detrás;
me transformo a cada instante,
pues imito a los demás.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.