Adivina, adivinanza
Vuela entre las flores
con sus alas de colores
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El roer es mi trabajo, el queso mi aperitivo y el gato ha sido siempre mi más temido enemigo.
Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado, ni soy cigarra.
¿Quién es este que se arrima trayendo su casa encima?
Verde como el campo, campo no es, habla como el hombre, hombre no es.
Grandes patazas, chicas manitas, lindos colores en mis alitas, salto y no sé dónde caeré.
Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.
Con la primavera, llega la viajera. Su nido es de barro y su cola, de tijera.
Tengo ocho patas cargadas de ventosas, y paseo por las rocas, meciéndome en las olas. ¿Quién soy?
Es la reina de los mares, su dentadura es muy buena, y por no ir nunca vacía, siempre dicen que va llena.
Es blanca como la nieve, es negra como el carbón, las patas como una vela, el cuello como una hoz.
