Aunque tengo cuatro patas,
yo nunca puedo correr,
tengo la comida encima,
y no la puedo comer.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
