Cabecita fría
la noche haces día
cuando te restriego,
cabeza de fuego.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
