Cabecita fría
la noche haces día
cuando te restriego,
cabeza de fuego.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
