Caja llena de soldados,
todos largos y delgados,
con gorritos colorados.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
