Caja llena de soldados,
todos largos y delgados,
con gorritos colorados.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
