Cerca del polo, desnuda,
sentada sobre una roca,
suave, negra, bigotuda.
más adivinanzas de animales...
Va caminando por un caminito, no tiene alas y va despacito.
Lo rascaba llorando de la crin a la cola y en él se iba trotando por una loma.
Anda, nada, vuela, no gasta zapato, va dejando estela.
¿Qué clarín suena en la noche que a todos desvela al punto? No es soldado, ni marino, ni músico de conjunto.
Tengo tinta, tengo plumas y brazos tengo, además, pero no puedo escribir, porque no aprendí jamás.
Teje con maña, caza con saña.
Cuantas manos le dio el mar a este extraño pasajero que lo quieren contratar para que juegue de arquero ¿quién es?
Con su risa mañanera toda la playa alborota, pescadora y marinera.
Tengo de rey la cabeza calzo espuela pavonada, llevo barba colorada, mi sueño temprano empieza y madrugo a la alborada.
Un espléndido abanico que no produce pavor, sus alas, plumas y pico son reales, sí señor.
