Cerca del polo, desnuda,
sentada sobre una roca,
suave, negra, bigotuda.
más adivinanzas de animales...
Un espléndido abanico que no produce pavor, sus alas, plumas y pico son reales, sí señor.
Sobre la vaca, la «o», a que no lo aciertas, no.
Mientras ella cacarea, él va buscando pelea.
Topó mi padre en la iglesia con uno vestido de negro, ni era fraile, ni era cura, que era lo que dije primero.
De frente miro al sol sin que me ciegue, más alto vuelo que ave alguna, símbolo soy de imperios y reyes y dos cabezas a veces me dibujan. ¿Quién soy?
Adivina, adivinajera: no tiene traje y sí faltriquera.
Desde hace miles de años hemos transportado al hombre; ahora nos lleva escondidos en el motor de su coche.
Es la reina de los mares, su dentadura es muy buena, y por no ir nunca vacía, siempre dicen que va llena.
¿Qué animal de buen olfato, cazador dentro de casa, rincón por rincón repasa y lame, si pilla, un plato?
Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.
