Como una ametralladora
se escucha mi tableteo;
pero estoy en la oficina,
que mi oficio no es guerrero.
más adivinanzas de libros y escritura...
Soy pequeño, pequeñito, más con tal poder y arte que, si no me pegan bien, no van a ninguna parte.
Por dentro carbón, por fuera madera, en tu maletón voy a la escuela.
Corta bien y no es cuchillo, afila y no es afilador, y te presta sus servicios para que escribas mejor.
Cruza los ríos, también los mares, vuela sin alas a todas partes.
No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje.
Campo blanco, semilla negra, dos que la ven, uno que la siembra.
Cae de la torre y no se mata, cae en el agua y se desbarata.
Una palomita, blanca y negra; vuela sin alas y habla sin lengua.
Yo salgo todos los días por eso me llaman diario. Estoy lleno de noticias, sucesos y comentarios.
Con sus páginas abiertas te va ilustrando la mente, si alguna vez lo prestaras, lo perderás para siempre.
