Campo blanco,
flores negras,
un arado,
cinco yeguas.
más adivinanzas de libros y escritura...
Con mis hojas bien unidas, que no me las lleva el viento, no doy sombra ni cobijo, pero enseño y entretengo.
Todas las palabras sé y, aunque todas las explico, nunca las pronunciaré.
No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje.
Sabana blanca tendida, mariquita negra le baila encima.
Entre mis hojas se esconden hadas, princesas y duendes. Cuando me lees de noche, sin darte cuenta te duermes.
Jamás aprendí a escribir y soy muy gran escribana y, con invención galana, te suelo siempre servir sin cansar tarde y mañana.
Corta bien y no es cuchillo, afila y no es afilador, y te presta sus servicios para que escribas mejor.
Aunque sea tan pequeño, siempre separo y siempre detengo.
Como una ametralladora se escucha mi tableteo; pero estoy en la oficina, que mi oficio no es guerrero.
Yo salgo todos los días por eso me llaman diario. Estoy lleno de noticias, sucesos y comentarios.