Soy blanca como la nieve,
me ponen sobre una mesa,
para escribir sobre mí
cuanto venga a la cabeza.
más adivinanzas de libros y escritura...
Muy chiquito, chiquitito, que pone fin a lo escrito.
Bolita tengo tinta, también capucha tengo y escribo bien.
Como una ametralladora se escucha mi tableteo; pero estoy en la oficina, que mi oficio no es guerrero.
Tengo hojas sin ser árbol, te hablo sin tener voz, si me abres no me quejo, adivina quien soy yo.
Campo blanco, semilla negra, dos que la ven, uno que la siembra.
No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje.
Con sus páginas abiertas te va ilustrando la mente, si alguna vez lo prestaras, lo perderás para siempre.
Aunque sea tan pequeño, siempre separo y siempre detengo.
Corta bien y no es cuchillo, afila y no es afilador, y te presta sus servicios para que escribas mejor.
Con mis hojas bien unidas, que no me las lleva el viento, no doy sombra ni cobijo, pero enseño y entretengo.