Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
