Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
