Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
