Cuatro puntos son
y para distinguirlos
necesitamos del sol.
más adivinanzas de la naturaleza...
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Rompe y no tiene manos, corre y no tiene pies, sopla y no tiene boca, ¿Qué te parece que es?
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
Girando toda su vida, toda su vida girando y no aprendió a ser más rápida da una vuelta y tarda un día, da otra vuelta y tarda un año.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
