Alto, alto, como un pino,
pesa menos que un comino.
más adivinanzas de la naturaleza...
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Millares de soldaditos van unidos a la guerra, todos arrojan lanzas que caen sobre la tierra.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.