¿Qué es, qué es,
que te da en la cara
y no lo ves?
más adivinanzas de la naturaleza...
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
Kilómetros mido, hectolitros llevo, kilovatios doy, hectáreas mantengo.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.