Lomos y cabeza tengo
y aunque vestida no estoy,
muy largas faldas mantengo.
más adivinanzas de la naturaleza...
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.