Lomos y cabeza tengo
y aunque vestida no estoy,
muy largas faldas mantengo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.