De mi ojo cuelga
un hilo largo,
que une las telas
y hace las prendas.
más adivinanzas de costura y plancha...
Un pie grave, ardiente y plano, va dejando el campo llano y, al pasar, su calentura va dejando en la llanura.
Si bien empiezo con bo, no soy bota ni botijo, ¡bobo, tonto!, ¡qué lo he dicho!
Tan largo como un camino, proviene de vegetal, y a pesar de su extensión, en un cesto puede estar.
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Cuando me caliento hasta los talones aliso camisas y pantalones.
Cuanto más largas más cortas, cuanto más cortas más largas.
Pica, picando, colita arrastrando.
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
Don dedín tiene un sombrero para no hacerse agujeros.
Largo, largo, como un camino y cabe en un «pucherino».
