De mi ojo cuelga
un hilo largo,
que une las telas
y hace las prendas.
más adivinanzas de costura y plancha...
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
Una señora, muy aseñorada, tiene muchos dientes y se cose a puntadas.
Cuando me caliento hasta los talones aliso camisas y pantalones.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Soy alta y delgada, tengo un ojo, hago vestidos y no me los pongo.
Soy pequeña y afilada y pincho con mis puntadas.
Primero ciega, luego pincha y todo une mientras camina.
Siempre de mí dicen algo, aunque muy humilde soy; no soy señor y me tratan, con la nobleza del don.
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Vengo al mundo a trabajar, y tengo tan mala suerte, que todos me pinchan el culo, y yo no me puedo quejar.
