De tierra morena vengo,
estirando y encogiendo,
amárrenme las gallinas,
que a los perros no les temo.

Su padre relincha con pésima voz, su madre rebuzna y suelta una coz.

Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.

Aunque no soy pajarillo canto sin ninguna pena y cuando en plural me usan represento la condena.

De celda en celda voy pero presa no estoy.

Este es un animal, de tal modo original, que al ponerse cara arriba, ya no se llama igual.

Soy un turco pues sustento las mujeres que me dan, con quien hago de galán; repártoles el sustento, de celos padezco afán. Roja diadema me adorna, el traje Dios me lo dio, y aunque carezco de dientes tengo fama de cantor.

Dos torres altas, dos miradores, un quitamoscas, cuatro andadores.

Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar.

Es negro como un curita y no se cansa de hacer bolitas.

Por más que se suena el moco le cuelga.