Un espléndido abanico
que no produce pavor,
sus alas, plumas y pico
son reales, sí señor.

Con la primavera, llega la viajera. Su nido es de barro y su cola, de tijera.

Alto, altanero, gran caballero, gorro de grana, capa dorada, espuelas de acero.

¿Quién es el animal que come con las patas?

Soy dama cruel, temerosa, me paseo en verde prado, y todo aquel que me mira se queda muy espantado. Yo luzco un largo vestido que en tienda no fue comprado, no fue por mano de sastre, ni medido, ni cortado.

¿Quién es este que se arrima trayendo su casa encima?

No lo parezco y soy pez, y mi forma la refleja una pieza de ajedrez.

Va caminando por un caminito, no tiene alas y va despacito.

¿Cuál es el animal que camina con las patas en la cabeza?

Tengo alas y pico y hablo y hablo sin saber lo que digo.

Viajeras somos de negros vestidos, debajo de las tejas hacemos los nidos.