En lo más alto me ponen
para que el aire me dé.
El aire me zarandea,
Y siempre lo miro a él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
