En lo más alto me ponen
para que el aire me dé.
El aire me zarandea,
Y siempre lo miro a él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Adivíname ésa.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.