En verano barbudo
y en invierno desnudo,
¡esto es muy duro!
más adivinanzas de la naturaleza...
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
