Kilómetros mido,
hectolitros llevo,
kilovatios doy,
hectáreas mantengo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.