adivinanzas para niños
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las adivinanzas para niños más diver

Si vas a ver a Cruz
lleva una cruz de regalo
y si a Cruz la vas a ver
¿he aludido yo a qué estado?


Visigoda fue capital,
ahora es Ciudad Imperial.

¿Qué gigante tiene
en lar tinerfeño,
entrañas de fuego
y capas de nieve?

Su pico de blanda nieve
está pegadito al cielo;
tiene las faldas muy verdes
y mucho fuego por dentro.
Y porque no te despistes,
búscamelo en Tenerife.


En la punta sur de España,
una ciudad con castillo
que al moro no se rindió
porque Guzmán no cedió
ni ante la muerte de su hijo.

Mi nombre se parece a calavera,
ciudad muy seria soy,
cerámica de todos conocida
y al Tajo encanto doy.


A España la parte en dos
y también a Portugal;
es el río que más agua
lleva de la tierra al mar.

Si te digo que en la sala
he visto una mujer manca
¿con qué preciosa ciudad
podrías relacionarla?


Al revés yo doy placer,
a derechas soy ciudad,
a derechas y al revés
me quiere la cristiandad.

Es puerto y no de mar;
es rico, sin capital.


Si eres persona listorra
sabrás decir qué ciudad
es la que más cal ahorra.

Cada país me distingue,
pues yo lo represento,
suelo estar en las alturas,
cara al sol y cara al viento.


Ando rastreando un camino
cuando el camino ha acabado
dígame usted vecino
¿a qué país he llegado?

Vi sentada en un balcón,
a una hermosa dama,
mira el primer renglón,
y sabrás cómo se llama.


Con «V» empieza mi nombre,
suelo ir con la corriente,
dicen de mí -por costumbre-
que donde voy, va la gente.

Dime, ¿qué te tomas
en nombre de esta persona?


Empieza por te
y acaba en esa,
¿quién será esa?

«Sí mona, así te quiero»,
un galán aseguraba
y a su dama así le daba,
astuto, su nombre entero.


Tiene cuatro letras,
cuatro nada más,
si repites una sílaba,
su nombre dirás.

Nace en el mar,
muere en el río.
Ese es mi nombre…
¡pues vaya un lío!


Con la cama de un navío
y casa de centinela,
se hace el nombre de mi dama
sin que le falte una letra.

Del mar salió mi nombre
y, tan desgraciada nací,
que, huyendo de la desgracia,
contra una garita di.


De Isabel, quitando el «bel»,
y de Lucas, lo postrero.
¿Cómo se llama la joven?
Adivina, caballero.