Para unos soy muy corto;
para otros, regular;
para los tristes muy largo;
para Dios, la eternidad.
más adivinanzas sobre el tiempo...
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Juntos dos en un borrico, ambos andan a la par, doce leguas anda uno y una el otro nada más.
Estoy condenado a un año y un día; si esto es cada cuatro, ¿mi nombre, sabrías?
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
Soy un caballero muy aseñorado, tengo doce damas para mi regalo, todas van en coche y gastan sus cuartos, todas usan medias, pero no zapatos.
Doce palomitas en un palomar, a la hora y a los cuartos salen a volar.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
Tiene agujas y no cose, no se mueve, pero anda, si le das cuerda funciona y el paso del tiempo señala.
