Primero ciega,
luego pincha
y todo une
mientras camina.
más adivinanzas de costura y plancha...
Pica, picando, colita arrastrando.
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
¿Quién es esa señora, que tiene la propiedad, de estirar bien lo arrugado y de arrugar lo estirado, con igual facilidad?
Dos hermanas diligentes que caminan al compás, con el pico por delante y los ojos por detrás.
Con «A» empieza mi nombre, de las damas soy querido, si me prenden voy seguro, y, si me sueltan, perdido.
Don dedín tiene un sombrero para no hacerse agujeros.
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Cuanto más largas más cortas, cuanto más cortas más largas.
Yo con mi hermana gemela andamos siempre al compás, con la boca por delante y los ojos por detrás.
Largo, largo, como un camino y cabe en un «pucherino».