Sobre la vaca, la «o»,
a que no lo aciertas, no.
más adivinanzas sobre el mar y la playa...
Soy el que jamás descansa y va y viene sin cesar. Nunca me puedo secar. Jamás te aburre mi danza. En presencia o añoranza tu siempre me vas a amar.
El que lo pica se hace pez, ¿Quieres que te lo diga otra vez?
Sin estrujarte el testuz y rápido cual centella, ¿sabrás decirme qué estrella nunca jamás tiene luz?
Llegamos sin cesar, una tras otra, desde el mar a la playa a descansar. A veces, sin embargo, más furiosas, los barcos podemos destrozar.
En una cala del mar, aunque con muy mala pinta, dispuesto para pintar utilizando su tinta.
Olas me llevan, olas me traen, pero las velas nunca se me caen.
Si dejas atrás la playa ella te mantiene a raya.
Adivina quien yo soy: al ir parece que vengo, y al venir, es que me voy.
Tengo el nombre de una niña, crezco en el fondo del mar y en la arena de la playa tú me puedes encontrar.
Ni de día, ni de noche puede mi vela alumbrar, pero cuando sopla el viento muy bien suelo navegar.